Muchos constructores solo “ponen un porcentaje” sin analizar correctamente las utilidades… y eso puede costarles muy caro.

En el mundo de la construcción —especialmente para contratistas independientes, pequeñas constructoras o profesionales que recién comienzan— es muy común enfrentarse a esta pregunta clave:

“¿Cuánto debo cobrar por este proyecto?”

La respuesta, lamentablemente, muchas veces se reduce a una fórmula peligrosa:

“Le agrego un 10% o 15%… y con eso gano algo.”

Pero, ¿sabías que trabajar así puede significar que estás perdiendo dinero sin darte cuenta? Cobrar sin analizar bien tus costos y tu utilidad no es estrategia, es una apuesta. Y en construcción, apostar puede salirte caro.

📉 ¿Qué pasa cuando solo “pones un porcentaje”?

Cuando simplemente agregás un porcentaje “a ojo” al costo de una obra (sin calcularlo correctamente), pueden pasar varias cosas:

  1. Cobrás de menos, y terminás trabajando casi sin ganancia, o incluso en pérdida.
  2. Cobrás de más, perdés competitividad y el cliente elige a otro.
  3. No tenés idea real de tu rentabilidad, por lo que no sabés si el negocio te está funcionando.
  4. No podés reinvertir en tu empresa ni crecer, porque todo el dinero “se va”.
  5. Tomás decisiones equivocadas, porque no tenés una base financiera sólida.

📊 ¿Qué deberías tener en cuenta para saber cuánto cobrar?

Para definir bien cuánto cobrar por tu trabajo, necesitás conocer y calcular tres cosas clave:

1. Costos directos

Son los costos que están directamente relacionados con la ejecución de la obra:

  • Materiales
  • Mano de obra
  • Alquiler de equipos o herramientas
  • Subcontratos

2. Costos indirectos

Son los gastos que no se ven en la obra, pero igual tenés que pagar:

  • Transporte
  • Supervisión
  • Oficina técnica
  • Licencias
  • Comunicación, seguros, administración

3. Utilidad real

Y acá viene lo más importante: tu utilidad no es lo que le agregás al final del presupuesto “porque sí”.
Tu utilidad debe ser un porcentaje calculado sobre los costos totales, pero también debe contemplar:

  • El riesgo del proyecto
  • El tiempo invertido
  • La experiencia profesional que estás aportando
  • La rentabilidad que esperás como empresa

🤔 Dato clave: Si no sabés cuánto necesitás ganar para que tu negocio sea sostenible, no tenés control sobre tu empresa.

🛠️ ¿Cómo podés calcular tu utilidad de forma profesional?

La forma más eficiente es tener una estructura de presupuesto clara y profesional, donde cada componente esté desglosado y documentado. Esto te permite:

  • Saber con precisión tus costos reales
  • Definir un margen de utilidad sano y competitivo
  • Justificar tu precio frente al cliente
  • Planificar el flujo de caja y tu ganancia real

✅ ¿Qué beneficios tiene cobrar bien?

Cuando entendés tus costos y calculás bien tu utilidad, los beneficios son enormes:

  • 💵 Ganá con cada proyecto, no sólo trabajes por trabajar
  • 📈 Crecé como empresa, reinvirtiendo con criterio
  • 🔍 Tomá mejores decisiones comerciales y financieras
  • 💼 Transmití profesionalismo al presentar tus propuestas
  • 🧠 Viví con menos estrés financiero, sabiendo que estás haciendo las cosas bien

🧱 En resumen

Cobrar bien no es poner un porcentaje al azar. Es conocer tu negocio, entender tus números y tomar el control de tu rentabilidad.

Si sos constructor, maestro mayor de obras o dirigís una pequeña empresa del rubro, es momento de profesionalizar tu forma de presupuestar.

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